El escudo es una actualización del anverso de una medalla pectoral encontrada en las cercanías de Itálica, y atribuida a un obispo del siglo VI. Reproduce un “crismón”, una cruz con las letras griegas alfa y omega (principio y fin del alfabeto y signo de la soberanía divina sobre la historia) y sigma (Salvador).
Queda en él patente la tarea, de la nueva Facultad enmarcada en la exigencia de excelencia docente e investigadora, hasta llegar a ser un centro de difusión de una cultura cristianamente inspirada, con la que tejer además una trama viva de relaciones con otros centros y territorios. Se propicia, de esta manera, el estudio de una Teología «en salida», llamada a interrogarse sobre los problemas que repercuten en la humanidad actual y a ofrecer, en Cristo Salvador, alfa y omega de la historia y del tiempo, pistas de resolución apropiadas.