El cardenal monseñor Miguel Ángel Ayuso, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, inauguró en la mañana del pasado jueves, el curso académico de la Facultad de Teología San Isidoro de Sevilla. Una oportunidad por la que ha confesado sentirse “honrado y agradecido”.
En primer lugar, monseñor Ayuso presidió la Eucaristía en la capilla del Seminario, en la que participaron gran parte de la comunidad de esta institución, y a la que también asistieron algunas autoridades académicas y civiles. La Misa fué concelebrada por el Arzobispo de Sevilla y Gran Canciller de la Facultad, monseñor Juan José Asenjo, y por monseñor Juan del Río, Arzobispo Castrense y antiguo profesor del Centro de Estudios Teológicos, germen de la actual Facultad.
Posteriormente, se celebró el acto académico en el Salón de Actos de la Facultad, en el que la secretaria general dió lectura a la Memoria del curso 2019-20. En ésta se destaca el amplio claustro de profesores, de los cuales 25 cuentan con el grado de doctor y 16 con dedicación estable. Asimismo, se señaló los más de doscientos alumnos que cursaron sus estudios durante el primer año de la Facultad de Teología.
Caminar juntos enraizados en nuestra identidad
El presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, monseñor Ayuso, dictó la lección inaugural titulada ‘Diálogo interreligioso: caminemos juntos por el bien de la humanidad’, que comenzaba citando al beato Marcelo Spínola y describiendo a la ciudad de Sevilla como “un pueblo noble, leal y fiel a sus tradiciones”, así como “una tierra alegre y bella”.
Su ponencia se dividía en varias partes. La primera, dedicada al Magisterio del Concilio Vaticano II referido al diálogo interconfesional. En este sentido, realizó un recorrido histórico por el desarrollo de las relaciones interreligiosas, destacando que “la verdad no es algo que poseemos, sino una Persona por la que nos dejamos poseer”. Por eso, apuntaba el cardenal, “manteniendo intacta nuestra identidad, debemos estar abiertos a otros en el coraje de la alteridad”.
En esta línea hizo una llamada a “abrazar el intercambio de dones y la riqueza de las diferencias” y a “no ser intolerantes, sino que la seguridad de nuestra fe nos ponga en camino y haga posible el diálogo con todos”. Solo así “podremos crecer espiritualmente”. “Esto no quiere decir que aceptemos que todas las religiones son iguales –ha advertido-, sino que todas las personas, sean del credo que sean, tienen la misma dignidad”.
La segunda parte de la conferencia ha tenido como punto central el Documento sobre la Fraternidad Humana firmado en febrero de 2019 por el papa Francisco y el Gran Imán de Al-Azhar, Ahmad Al-Tayyeb. Un mensaje que según el cardenal Ayuso “tiene que perdurar a lo largo del tiempo” y que promueve que los creyentes “sean agentes de paz”.
Monseñor Ayuso también instó a “incluir en las Facultades teológicas esta línea pastoral, a ofrecer una educación en la alteridad y el diálogo, y a hacer un esforzado proceso de inculturación”. Finalmente, insistió en la importancia de “caminar codo con codo, en lugar de enfrentarnos cara a cara”.
El acto, que respetó en todo momento las recomendaciones sociosanitarias propias de la pandemia, concluía con unas palabras del Arzobispo hispalense, monseñor Asenjo, quien agradeció la “luminosa conferencia” del cardenal sevillano y formalizó la apertura solemne del Año Académico 2020-21.
(Fuente: www.archisevilla.org)